con un brillo extraño-, y como que tengo un poco más marcado el aspecto, como más seguro, como si tuviera más carácter y fuera más potente... Aunque aun sigo conservando mi pelo oscuro, mis rasgos coreanos, la forma de mi cara, mi boca y todo lo demás...Ya hace más de 2 meses de lo ocurrido, todos mis allegados -familiares, amigos, vecinos, etc...- están más tranquilos, aunque aun siguen circulando historias de lo ocurrido, y como en las circulaciones de historias, las personas suelen exagerar un poquito -más bien mucho...- Hasta han llegado a decir -que es pasarse- que una luz llego de una ventana en la iglesia, cuya luz fue rodeando mi cuerpo dando colores como una aurora boreal y de repente desperté como un vampiro despierta a la noche para salir de su ataúd e ir a por su alimento... Algo estúpido, creo que hasta me hubiera gustado más que se inventaran algo como: Vino Chuck Norris y se condujo hacia el ataúd y ahí me susurro al oído “Despierta campeón, arriba anda ya, y haz ejercicio pedazo gandul”, y de ese modo volví a la vida de nuevo -creo que hasta esta parida hubiera quedado mejor...-.
Hoy es 17 de Agosto, es decir, hoy es mi cumpleaños, mis padres decían que si de ir toda la familia y celebrarlo juntos, -mi madre ultimamente esta medio protectora por lo del accidente, pero como que más o menos estoy haciendo que se le vaya quitando un poco- pero yo le dije como que mi 18 cumpleaños prefiero celebrarlo con mis amigos...
Mi amiga Ash quedo en venir a buscarme junto con mi mejor amigo -tengo un mejor amigo, y una mejor amiga, me gusta tener de los 2 tipos, jajaja...- que se llama Edgar, es un chico morenillo, ojos algo como cerrados -no es asiático-, tiene el pelo negro y corto, y parece como tener raza india como los indios antiguos de América. Vendrán a buscarme aquí, en mi casa ubicada por la calle de Alcalá, Madrid. He iremos con los demás por ahí, de fiesta, aunque no estaré hasta mucho, mañana viajo a casa de mi familia en Corea, pues si, soy una mezcla, jajaja... Mi padre es canario y se llama Óliver, y mi madre es coreana y se llama Taeyeon, mis padres se conocieron en Gran Canaria, la familia de mi madre es rica, así que siempre viajaba, y un día conoció a mi padre en la isla, se enamoraron y se casaron a al año de noviazgo, vivimos durante un tiempo en Corea -mi padre tardo 3 año aprender coreano, y escribirlo 4 casi 5-, nací allí, cuando cumplí los 7 años nos mudamos a Madrid -ya sabía español porque mi padre y mi madre me habían enseñado desde pequeño, más bien me había apuntado en clases para que supiera muchos idiomas para mi futuro, idiomas se: Coreano, español, chino, japones, inglés, alemán, y un poco de Ruso...-, en donde tubíeron a mi hermanita que se llama Adalain, nombre raro, pero con estilo, jajajajaja...
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Sonó el timbre, eran mis amigos seguro, me despedí de mi familia y fue abrir la puerta para irme con mis amigos.
-¡Hola Ash, hola Ed!, cuanto tiempo sin verte Ed, ya decía yo si te habías perdido en Nueva York -Edgar es estadounidense, ahí lo de sus rasgos indios, y se había ido a USA, específicamente New York, a ver a su familia, así que nada más terminar la selectividad se fue de viaje-.
- ¡Estas bien!, estaba muy preocupado cuando me entere de tu accidente, y cuando super de tu muerte por correo..., mucho pero, aunque la lo de la noticia de tu..., tu... eso, pues me dejo asombrado.
-Se diría “La noticia de tu resurrección”, o algo por el estilo...
-Mmm... bueno... si, pues cuando supo eso no me lo pude creer hasta que lo vi en la televisión -noo..., también salí en la televisión de América..., dios, para navidades pido una cirugía estética...-.
-Bueno..., se podría decir que durante un tiempo fuistes el bicho raro más famosos, jajajajaja...
Mis amigos se echaron a reír a carcajada limpia y yo les mire con cara de “No hace ni puta gracia”, pero hicieron caso omiso. Nos movimos para llegar al punto de quedada, es decir para llegar a el parque de Atenas.
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Encontramos a los demás, a los 5 con los que quedamos, eran 3 chicas y 2 chicos, se llamaban: Lisa, Claudia, Alba, Alexander y Joshep. Estuvimos dando vueltas por ahí, sin ningún rumbo planeado, hasta que vimos una discoteca, yo no quería ir, no me gustan, pero la mayoría si quería, pues fuimos, que le vamos hacer, estamos en democracia, jajaja...
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El local estaba más o menos lleno, muchas luces, mucho humo... Algunos de mis amigos fueron a por las bebidas, unos refrescos solos, otros con alcohol, odio el alcohol, pero allá ellos si luego se vuelven unos borrachos y se estropean el hígado con el alcohol y luego lo terminan escupiendo por la boca...
Todo discurrió bien, todos felices, algunos bailando, otros sentados -como yo-. Ed había parado de bailar y se acerco hacía donde estaba yo, supe que iba hacer, se le notaba que quería preguntarme algo desde antes, y más o menos me imaginaba que era...
-Sam podemos ir al baño para hablar contigo, es que aquí hay mucho ruido y no podemos hablar bien, ¿te vienes?.
-Si, claro -dije mientras caminaba hacía el baño-.
Una vez dentro del cuarto de baño, que era con azulejos blancos, un espejo grande que debajo de el estaban los lavamanos, a la izquierda para adentro -a la izquierda de la entrada-, estaban los típicos meaderos, y también había los retretes con puerta.
- ¿Qué te ha pasado?, porque tienes los ojos distintos y estas más atlético y también, pero no se nota mucho, tienes como las facciones de la cara más marcados...
- Bueno..., eso mismo me pregunto yo, así es como quede después del accidente, y lo más extraño es que no tengo cicatrices del accidente...
-¡Qué guay!, yo también quiero un accidente, jajajaja...
-No seas tonto del culo...-le mire con una mirada medio enfadada, se dejo de reír a instante y se disculpo- jajajajaja..., te corte toda la risa, jajajajajaja...
-¡Aaaahh....!- se escucho un grito de alguien que venia fuera del baño-.
Edgar me iba a contestar hasta que se escucho aquel grito de socorro, salimos corriendo del baño y vimos en la pista de baile a una chica -un poco borracha- que estaba llorando y pidiendo auxilió porque su compañero se había caído en medio de la pista de baile, posiblemnte por un coma etílico, o a lo mejor por sobre dosis de sustancias raras, nadie sabía porque fue, pero eso es lo que más se suele creer en esos casos, fui a ayudar a la chica, la gente miraba atónita pero no hacían nada.
-Niña relajate, respira hondo y marca el 112 y pide una ambulancia ya, venga hazlo -la chica acato la orden y lo hizo como pudo-.
Al final uno de los camareros se decidió a ayudar y acompaño a la chica afuera para que llamara y se relajara. Yo mientras me quede junto al chico en el suelo, sin moverse, esta callado, con los ojos cerrados, tranquilo..., muy tranquilo, parecía hasta... muerto. Sentía pena por él, se había pasado en su intento de divertirse y podría no volver a despetar... Sostuve su mano en un intento de ver si respondía, pero nada, ninguna respuesta... En ese momento deseaba que esto no fuera real, aunque no conociera al chico, me daba una tristeza enorme por él, porque siendo sincero, no parecía vivo... Quise que esto no estuviera pasando y que despertara. Y de repente y sin previo aviso ocurrió algo que jamas pensé en la vida que pasase... El humo de la discoteca empezó a desaparecer a nuestro alrededor -alrededor mio, y del chico del suelo-, las luces de colores empezaron a emitir destellos violentos, empiezo a tener combulsiones muy suave, y la mano que sontenía la de chico emitió una..., una luz, una hermosa y cálida luz, que hizo que recorriera un escalofrío por mi cuerpo y a la vez un dolor que se ahogo en un grito... Caí al suelo, mi mano dejo de emitir esa luz y solo todo la del muchacho, estaba en el suelo, creo que hasta perdí el sentido durante unos segundos... El humo de la discoteca volvió a su curso original, y las luces dejaron su violento parpadeo, creo que hasta algunas estallaron de lo violento que fueron los parpadeos, todo quedo en silencio... La gente miraba asombrados, y ahí mismo, el chico que parecía muerto, que lo estaba se podría decir, pues ese, ahora estaba..., despertándose, se estaba poniendo de pie, estaba medio desorientado, y yo al igual que los demás que mirábamos -que era mis amigos y 9 o 12 personas más, los demás o estaban en sus cosas, o se había ido por el miedo a el problema que estaba ocurriendo con lo del chico- nos quedamos atónitos e incrédulos... Pero en ese instante, la gente cambio la cara hacía mi, mirándome a mi, me miraban asustados, sin saber, me miraban como un monstruo...
